Este trabajo expone como la presencia francesa en la parte occidental de la isla Española, condiciona la política de la Corona que, intentando evitar los avances franceses, iniciaría una política de repoblación que, aunque no lograra su objetivo, cambiaría por completo el aspecto del territorio. En 1736 había solamente once poblaciones propiamente dichas en toda la parte española; cuando se realizó su entrega a los franceses habían pasado a ser 21.Y esto afectó también, como es lógico, a la distribución de la población en el territorio. Si en 1740 tiene lugar la casi concentración de aquélla en la capital y sus alrededores y en la zona de la Vega Real, mientras que la zona occidental permanece casi despoblada, en la década de 1780 la zona occidental concentra ya el 15,35% de la población total de la colonia española.
Pero es que la presencia francesa no sólo cambia la isla en ese aspecto, sino que determina la realidad socioeconómica del Santo Domingo español durante todo el siglo XVIII, ya que, gracias a esos nuevos pobladores en las cercanías de la colonia vecina, el contrabando de ganado se convertirá en la principal actividad económica y marcará la actuación de sus autoridades a lo largo de todo el siglo XVIII.
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