Los espacios se producen y, en particular, las ciudades se alzan como artefactos que requieren el concurso invisible de un sinfin de actores humanos y no humanos que cohesionan sus fragmentos y configuran la red que conecta lo local con lo no localizado, es decvir los sitios con los flujos o los edificios con los símbolos. Y este es el objetivo de nuestro trabajo: mostrar la ciudad como sujeto y objeto de un gran experimento, el de su transformación en la capital de un estado moderno, dejando atrás su condición de sede para una corte tan destartalada como decadente. En efecto, la ciudad se convirtió en un laboratorio de experimentación donde máquinas y expertos objetivaron problemas, acumularon datos y diseñaron programas de acción. Pero no solo fue un sitio de trabajo, sino también un paciente postrado en la mesa de operaciones al que los ingenieros aplicaron el bisturí sin restricciones. hablamos pues de Big Science en el madrid decimonónico, puesc tanto la escala de las operaciones o el número de los actores implicados, como las repercusiones públicas o la pluralidad de las tecnologías utilizadas, cuestionanla tesis de que tal fenómeno sólo pertenezca al siglo XX.
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