Although most organisms have detoxification abilities (i.e mineralization,
transformation and/or immobilization of pollutants), microorganisms, particularly
bacteria, play a crucial role in biogeochemical cycles and in sustainable
development of the biosphere. Next to glucosyl residues, the benzene ring is the
most widely distributed unit of chemical structure in nature, and many of the aromatic compounds are major environmental pollutants. Bacteria have developed
strategies for obtaining energy from virtually every compound under oxic or anoxic conditions (using alternative final electron acceptors such as nitrate, sulfate, and ferric ions). Clusters of genes coding for the catabolism of aromatic compounds are usually found in mobile genetic elements, such as transposons and plasmids, which facilitate their horizontal gene transfer and, therefore, the rapid adaptation of microorganisms to new pollutants. A successful strategy for in situ bioremediation has been the combination, in a single bacterial strain or in a syntrophic bacterial consortium, of different degrading abilities with genetic traits that provide selective advantages in a given environment. The advent of high-throughput methods for DNA sequencing and analysis of gene expression (genomics) and function (proteomics), as well as advances in modelling microbial metabolism in silico, provide a global, rational approach to unravel the largely unexplored potentials of microorganisms in biotechnological processes thereby facilitating sustainable development.
Aunque la mayoría de los organismos pueden detoxificar el ambiente (mediante procesos de mineralización, transformación y/o inmovilización
de los contaminantes), los microorganismos, especialmente las bacterias, desempeñan un papel esencial en los ciclos biogeoquímicos y en el
desarrollo sostenible de la biosfera. Después de los residuos glucosilados, el anillo de benceno es la unidad química estructural más frecuente en la naturaleza, y muchos compuestos aromáticos son contaminantes importantes. Las bacterias han desarrollado estrategias para obtener energía de todo tipo de compuestos mediante procesos aeróbicos o anaeróbicos (utilizando aceptores
finales de electrones alternativos como los iones nitrato, sulfato y férrico). Los grupos de genes que intervienen en el catabolismo de compuestos aromáticos suelen localizarse en elementos genéticos móviles, tales como
transposones y plásmidos. Dicha localización facilita su transferencia a otros organismos y, por tanto, la rápida adaptación de los microorganismos a nuevos contaminantes. Una estrategia que se ha empleado con éxito en procesos de biorremediación in situ es la combinación, en una única cepa bacteriana
o en un consorcio microbiano, de diferentes capacidades degradadoras con otras características genéticas que aporten alguna ventaja selectiva en un ambiente determinado. Los métodos de alto rendimiento de secuenciación de DNAy de análisis global de la expresión génica (genómica) y funcional (proteómica),
junto con los avances en los modelos in silico del metabolismo microbiano, proporcionan un enfoque global y racional para conocer las
enormes posibilidades, aún inexploradas en su mayor parte, de la utilización de los microorganismos en procesos de biotecnología ambiental que faciliten el desarrollo sostenible.
Research in our laboratory is supported by grants 07M/0127/2000 and 07M/0076/2002 from the Comunidad Autónoma de Madrid, grants BIO2000-1076, BIO2003-01482, VEM2003-20075-CO2-02, and GEN2001-4698-CO5-02 from the CICYT, and by the EU contract QLRT-2001-02884.
Peer reviewed