Una versión de este trabajo está publicada en: Mosquera, Gambau, Sánchez y Pujadas (Coord.), Deporte y Postmodernidad, pp.633-644, Editorial Librerías Esteban Sanz, Madrid, 2003.
El deporte se ha convertido, en nuestros días, en una de las principales actividades de la nueva cultura del ocio y tiempo libre. Esto se ha producido después de un proceso de desarrollo y difusión a lo largo del siglo XX, motivado por numerosos factores, entre los cuales destaca el papel ejercido por los medios de comunicación de masas. En efecto, desde comienzos del siglo XX, los medios de comunicación impresa (periódicos, revistas y libros), en un primer momento, y los medios de comunicación electrónica (la radio, la televisión y el cine), posteriormente, fueron participes de los intereses comerciales que arrastraban las noticias deportivas. El deporte representa, para los consumidores de los medios de comunicación deportivos de masas, una diversión pacífica y placentera, a la vez que un tipo de lubricante social. A través de las noticias deportivas, el espectador es capaz de experimentar «sentimientos de excitación, aventura, riesgo, patriotismo local e incluso de violencia» (Durán González y Otros, 1998:205). Precisamente, la variedad de temas que se pueden abordar en torno al deporte y la enorme capacidad de los medios de comunicación para aprovechar las posibilidades que existen de ofrecer un producto de espectáculo cada vez mejor elaborado, hace que en la actualidad los periódicos y programas deportivos alcancen un mayor número de espectadores y lectores. Y es que, efectivamente, los periodistas conocen cada vez mejor los diferentes perfiles de los lectores o potenciales lectores de la prensa deportiva y los cambiantes hábitos de consumo deportivo de los aficionados, de tal forma que van abarcando nuevos temas. Y esto es así, entre otras razones, porque las motivaciones de orden económico, en los medios de comunicación de masas, son cada vez mayores: actualmente, un mayor número de deportistas, entrenadores, técnicos, directivos, propietarios, accionistas, empresas y patrocinadores, políticos y otros agentes sociales dependen de los medios de comunicación de masas, para seguir aprovechándose de las poderosas implicaciones sociales, políticas y económicas que se desprenden de su influencia sobre la sociedad; de tal forma que mientras mayor sea el número de lectores o potenciales lectores, más importante será también su incidencia. Es precisamente bajo esta coyuntura de factores donde los artículos periodísticos referidos a los deportes de aventura —que en las últimas décadas han vivido un importante incremento del número de practicantes, instalaciones y profesionales— han experimentado un emergente protagonismo en los principales diarios deportivos nacionales.
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