Texto adaptado de la ponencia presentada en el IV Congreso Vasco de Sociología. Publicado en Inguruak, 20: 117-139, 1998. Agradezco a Ana Arriba González de Durana la lectura crítica de una primera versión de este texto.
El presente documento de trabajo fija su principal atención en la interacción local-global, las identidades territoriales, y la incidencia cada vez mayor del nivel mesocomunitario en la vida política y social. El marco general de análisis es el hemisferio occidental de fines del segundo milenio, y en particular el ámbito de la Unión Europea. Se deja constancia que otros órdenes identitarios también queda afectados por la globalización, tales como los relativos a la cultura, el género, las instituciones políticas, la religión o hasta las condiciones sociobiológicas de los individuos. No obstante, circunscribimos nuestro examen al territorio en su dimensión política. Los ciudadanos, en tránsito desde una modernidad avanzada, descubren nuevos horizontes en la comprensión de su vida individual y colectiva. Cabe seguir considerando al ser humano como ‘animal de cercanías’, según la sugestiva aseveración del profesor Murillo que encabeza este texto. Sucede, empero, que en su más inmediata proximidad el ciudadano dispone de un acceso fácil, directo y rápido a un sinfín de informaciones y productos generadas desde los cuatro puntos cardinales planetarios. El ordenador personal, el monitor de televisión y la red de comunicaciones universales de internet han abierto una ventana instantánea al mundo exterior desde el ámbito más íntimo y hogareño[1]. Ello permite, por ejemplo, que se puedan intercambiar cibernéticamente opiniones con personas residentes en los ambientes sociales y geográficos más dispares sobre los temas más diversos. La manipulación informativa, mediante la restricción o la parcialidad mediáticas, ha dado paso a una significativa democratización comunicacional. Hoy en día el poder económico, político y social están determinados en mayor medida por la ‘digestión’ de la avalancha de noticias que por la tradicional escasez y regulación interesada de las informaciones e imágenes de representación. El clima de incertidumbre generado por los últimos desarrollos tecnológicos implica, en suma, una considerable convulsión axiológica. Dado este contexto de acelerado cambio social, se observa una pugna por reconstruir la vieja dicotomía entre lo propio y lo ajeno. Como no podía ser menos, las identidades territoriales se hallan asimismo sometidas a un proceso de redefinición con derivaciones para la cultura política, la vida ciudadana, la movilización social y el entramado institucional. La incidencia de la mundialización económica en dicho proceso es crucial. En la primera sección de este documento de trabajo se efectúa una revisión conceptual de aquellas ideas y soportes teóricos que sirven de base y marco para la discusión posterior. Modernización, etnoterritorialidad, identidades múltiples o acomodación territorial son algunos de los conceptos examinados. En la segunda sección se realiza una revisión de las implicaciones del nuevo marco de mundialización económica, y la progresiva penetración de los valores del mercado y la concurrencia global en áreas antes acotadas por la acción estatal. Una puntual digresión crítica respecto de ciertos enfoques difusionistas, funcionalistas y neoinstitucionalistas persigue resaltar el protagonismo que lo territorial posee en los conflictos sociales contemporáneos. Finalmente, la tercera sección aborda una reflexión sobre el creciente protagonismo del nivel mesocomunitario en la vida social y a la naturaleza fluida entre los planos de adscripción identitaria de base territorial. Se realiza ello en referencia al caso español, al que se alude con ilustraciones puntuales en el resto de las secciones del presente texto.
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